miércoles, 5 de noviembre de 2014

Nuestro Desarrollo Depende de Nosotros



Nuestro desarrollo debe comprender todas las dimensiones de nuestra existencia: la espiritual, la mental,la corporal y social. Dependerá  de nuestra actitud y perseverancia el logro de los mayores niveles de desarrollo en cada una de dichas dimensiones.


A un feligrés que se lamentaba de sus propias limitaciones, le dijo el Presbítero: “Naturalmente que eres limitado. Pero ¿No te has dado cuenta que hoy puedes hacer cosas que hace quince años te habrían parecido imposibles? ¿Qué es lo que ha cambiado?".

"Han cambiado mis talentos, dijo el feligrés.

"No. Has cambiado tú", replicó el Presbítero.

"¿Y no es lo mismo?", preguntó el feligrés.

"No. Tú eres lo que tú piensas que eres. Cuando cambia tu forma de pensar, cambias tú", dijo el Presbítero.


(...) Pero cuando pienses, recuerda siempre que el verdadero conocimiento y dominio de ti mismo, saber vivir el presente, comprender a  los demás y mantener  armonía con todos los aspectos de tu entorno, en lo posible, deben nutrir tus pensamientos y sentimientos ; pues, constituyen condiciones esenciales para una vida plena y exitosa.


Un día, dijo el Presbítero:

“Hay quienes piensan que los problemas se resuelven a base de esfuerzo. Y lo único que consiguen los que piensan de este modo es mantenerse ocupados así mismos y a otras personas".

"Los problemas sólo se resuelven a base de conocimiento. De hecho, donde hay conocimiento no hay problemas".


Para tu Reflexión:

¿No sirve el sufrimiento para templar a la persona?, preguntó el feligrés.

"No es el sufrimiento lo que importa, sino el temperamento de la persona; porque el sufrimiento puede dulcificar a la persona, pero también puede amargarla, del mismo modo que el fuego del alfarero puede carbonizar la arcilla o, por el contrario, darle temple".


Un día, cuando el Presbítero se paseaba por el campus de la universidad vio a un amigo estudiante de medicina que salía de su Facultad. Entonces, se detuvo y le dijo: Hola ¿Cómo van tus prácticas en el Hospital?.
El joven  le respondió con una voz quebrada, diciendo: Ahí voy aprendiendo cada día más, Presbítero. Aunque en verdad debo confesarle, que me deprime mucho ver a tanta gente enferma. ¿Conoce usted alguna fórmula para  evitar que la  gente se enferme?

“Dicen que la mejor medicina es la preventiva”, le respondió el Presbítero poniéndole la mano en el hombro y mirándole a los ojos. Luego, prosiguió manifestándole: “Hipócrates, el más famoso de los médicos de la antigüedad siempre solía decir: ”Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento”



En una de sus charlas sobre la salud, el Presbítero expresó lo siguiente:

 Los especialistas afirman que la salud de nuestro cuerpo está estrechamente vinculada al equilibrio del PH, cuyo nivel óptimo se ha estimado entre 7.25 y 7.35; entendiéndose como sustancias ácidas cuando tienen PH menores a 7 y como sustancias alcalinas cuando su PH sea mayor a 7.

EL organismo  humano principalmente regula su PH (niveles de acidez o alcalinidad) a través de los siguientes mecanismos;
Mediante la respiración
El buen funcionamiento de los riñones
Mediante la alimentación.

Cuando uno de los feligreses le solicitó una acción concreta para contribuir con el buen funcionamiento  de nuestro cuerpo. El Presbítero le dijo: “ Durante 15 días cada bimestre exprime tres limones en  un vaso de agua tibia  y tómalo antes del desayuno.”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario