1.
Para ir a donde yo voy,
ustedes saben el camino. Tomás le dijo: “Señor, no sabemos a donde vas, ¿cómo
vamos a conocer el camino?. Jesús contestó: "Yo soy el camino, la verdad y
la vida. Nadie viene al Padre sino por mí. Si me conocen a mi, también
conocerán al Padre. Desde ya, ustedes lo conocen y lo han visto”. (Jn. 14,4-7).
2.
Debemos de convencernos de una
vez por todas, que hay un camino probado y comprobado para lograr una vida
plena y exitosa, ese camino es, el camino del amor. No olvidemos que, amar es
ver al otro claramente como realmente es.
3.
En verdad, hay muchos hábitos
que deberíamos desarrollar para tener una vida plena y exitosa, pero lo que
nunca debemos dejar de tener habitualmente es: amor, preparación, perseverancia
y fe.
4.
El camino del amor nos lleva a
conocer la verdad y la verdad nos hace libres. Recordemos que, la verdad con la
realidad son una sola cosa.
5.
Recuerda siempre, que las
cosas se darán cuando deban darse, por más prisa que te des. La realidad no es
algo que se pueda forzar ni comprar. Ver la realidad tal como es, es ver la
verdad.
6.
Seamos como el caminante de la
luz, rompamos en todo momento los círculos de conflicto a los que en forma
inconsciente ingresamos, practicando siempre el amor desde su mínima expresión que
es el respeto por los demás hasta su máxima expresión que es la comprensión.
7.
Amar a Dios con todo el alma,
con todo nuestro corazón, nuestra inteligencia y con todas nuestras fuerzas;
porque Dios es amor en infinita dimensión significa: expresar con humildad y
confianza estas palabras: Gracias Señor,
por todo lo que me has dado; y Sí, por todo lo que es y será.
8.
Todos nuestros sueños podemos
alcanzarlos con mayor facilidad, si aprendemos a trabajar en equipo. Recordemos
que los miembros de un equipo de alta sinergia o alto rendimiento,
esencialmente actúan en base a valores como: el respeto a los demás, que es la
mínima expresión del amor; y la humildad, que es la máxima expresión de la
sabiduría.
9.
Piensa y agradece; entonces
descubrirás que cada vez que uno agradece de corazón, experimenta felicidad.
10. En
verdad, nuestros enemigos no son los que nos odian, sino aquellos a quienes
nosotros odiamos.
11. La
práctica del amor en nuestra vida diaria es esencial porque contribuye a
nuestra perfección.
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